La Buena Alimentación:
En nuestra vida
la alimentación juega
un papel importante, y no es que sea
solamente una
cosa del presente, sino que
marcará la salud
futura. Por este motivo es
fundamental que
a lo largo de nuestra
vida, y principalmente desde nuestra
temprana infancia y adolescencia mantener
unos buenos hábitos alimenticios.
La alimentación
tiene que ser variada, ingerir frutas, verduras, lípidos, proteínas y glucosas
como parte de una alimentación sin excesos pero balanceada. En otras palabras la
alimentación adecuada es aquella que cumple con las necesidades específicas del
comensal de acuerdo a su edad, promueve en el niño y en el adolescente el
crecimiento y
desarrollo adecuados, y en los adultos y ancianos permite
conservar o alcanzar el peso
esperado para la talla y previene el desarrollo de
enfermedades que se presentan por
deficiencia o por exceso de nutrimentos.
Hábitos positivos
- Fija un horario bastante estricto de comidas:
esta rutina le ayudará a saber que es la hora de comer y no de hacer otra
cosa.
- Siéntalos siempre en una silla para darles la
comida: desde sus primero potitos y purés, es importante que los niños
relacionen el momento de la comida con estar sentados y atentos.
- Crea un ritual alrededor del momento de la
comida: babero, abrir bote, prepara vaso de agua, etc. Más adelante serán
ellos los encargados de buscar y ponerse su propia mesa.
- Permíteles participar: déjales cubiertos
adecuados a su edad y cuando sean más mayores, invítalos a participar en
la preparación de las comidas, la elaboración de menús y en las compras de
alimentos.
- Intenta que coincidan sus horas de comida con la de los adultos o del resto de hermanos: esa convivencia facilita la buena alimentación.
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